martes, 31 de agosto de 2010

SEIS SOMBREROS PARA PENSAR

EL PROPOSITO DE PENSAR CON SEIS SOMBREROS
EL PRIMER VALOR DE LOS SIETE “sombreros para pensar” es el de la representación de un papel definido. La principal restricción del pensamiento son las defensas del ego, responsables de la mayoría de los errores prácticos del pensar. Los sombreros nos permiten pensar y decir cosas que de otro modo no podríamos pensar ni decir sin arriesgar el ego. Disfrazarnos de payasos nos autoriza a actuar como tales.
El segundo valor es el de dirigir la atención. Si pretendemos que nuestro pensamiento no sólo sea reactivo, debemos hallar un modo de dirigir la atención a un aspecto después de otro. Los siete sombreros son un medio para dirigir la atención a seis aspectos diferentes de un asunto.
El tercer valor es el de la conveniencia. El simbolismo de los seis distintos sombreros ofrece un modo conveniente de pedir a alguien (incluso a ti mismo) que cambie de modo. Puedes pedir a alguien que sea o deje de ser negativo. Puedes pedir a alguien que dé una respuesta puramente emocional.
El cuarto valor es la posible base en química cerebral, que expuse a grandes rasgos en el capitulo anterior. Estoy dispuesto a sostener argumentos que en cierto modo van más allá del estado actual del conocimiento, ya que las exigencias teóricas de los sistemas auto-organizados justifican tal extrapolación.
El quinto valor surge de establecer las reglas del juego. La gente es muy buena para aprender las reglas del juego. Uno de los medios más eficaces para enseñar a los niños es el aprendizaje de las reglas del juego. Por esta razón, a ellos les gusta tanto usa ordenadores. Los seis sombreros para pensar establecen ciertas reglas para el “juego” de pensar. Y pienso en un juego de pensamiento en particular: el de traza mapas como opuesto-o distinto-al de discutir.
SEIS SOMBREROS, SEIS COLORES
CADA UNO DE LOS SEIS SOMBREROS para pensar tiene un color: blanco, rojo, negro, amarillo, verde, azul. El color da nombre al sombrero.
Podría haber elegido ingeniosos nombres griegos para indicar el tipo de pensamiento que requiere cada sombrero. Esto habría resultado impresionante y agradado a más de uno. Pero sería poco práctico, ya que resultaría difícil recordar los nombres.
Quiero que los lectores visualicen e imaginen los sombreros como verdaderos sombreros. Para esto es importante el color. ¿De qué otro modo podrían distinguirse los sombreros? Formas distintas no serían fáciles de aprender y provocarían confusiones. El color facilita imaginarlos.
Además el color de cada sombrero está relacionado con su función.
Sombrero Blanco: El blanco es neutro y objetivo. el sombrero blanco se ocupa de hechos objetivos y de cifras.
Sombrero Rojo: El rojo sugiere ira, furia y emociones. El sombrero rojo da el punto de vista emocional.
Sombrero negro: el negro es triste y negativo, cubre los aspectos negativos: por qué algo no se puede hacer.
Sombrero Amarillo: El amarillo es alegre y positivo, es optimista y cubre la esperanza y el pensamiento positivo.
Sombrero Verde: El verde es el césped, vegetación, y crecimiento fértil, abundante. el sombrero verde indica creatividad e ideas nuevas.
Sombrero Azul: el azul es frío, y es también el color del cielo, que está por encima de todo. el sombrero azul se ocupa del control y la organización del proceso del pensamiento. También se los puede pensar como tres pares:
Blanco y rojo
Negro y Amarillo
Verde y Azul
en la practica uno se refiere a los sombreros siempre por sus colores, nunca por sus funciones. y por una buena razón. si pides que alguien exprese su reacción ante algo, es poco probable que te respondan honestamente: se piensa que está mal ser emocional. Pero la expresión sombrero rojo es neutral. Es más fácil pedirle a alguien que “se quite por un momento el sombrero negro” que pedirle que deje de ser tan negativo. La neutralidad de los colores permite que se usen los sombreros sin impedimento alguno. El pensar se convierte en un juego con reglas definidas; deja de ser asunto de exhortaciones y condenaciones.
Hablamos directamente de sombreros:
- Quiero que te quites el sombrero negro.
- Pongámonos todos el sombrero rojo por un rato
Eso está bien para el sombrero amarillo. Ahora pongámonos el blanco